Imagen de abc.es.
El dinosaurio que tuvo la mordida más fuerte de entre todos los dinosaurios no avianos, y de incluso de entre toda la historia de la vida, fue el conocido y afamado Tyrannosaurus rex. Los científicos han estado calculando su mordida y según los cálculos, su mordisco fue seis veces más poderoso que el de un caimán. Con unas mandíbulas tan potentes, el Tyrannosaurus pudo haber partido los huesos por la mitad.
Imagen de esta otra entrada.
Las evidencias fósiles nos muestran que las mandíbulas de este dinosaurio fueron muy usadas. Un fósil de Triceratops hallado en Montana, tenía marcas de dientes en uno de sus cuernos. También se encontraron los restos de un Edmontosaurus, también encontrado en Montana, con una gran impresión de mordida en la cola. Las mordidas encajaban con la mandíbula del Tiranosaurio y además era el único depredador grande viviendo en esa zona por aquel entonces.
Imagen de colectivosalas.blogspot.com.
Los dientes del Tyrannosaurus rex tenían la misma forma que una bala. Eran redondeados, con grandes raíces y muy fuertes. Los más largos (incluyendo la raíz) medían hasta 40 centímetros de longitud. Los dientes delanteros eran más pequeños y tenían una forma especializada en morder. Los del final eran también pequeños pero mucho más curvados, probablemente con la función de romper huesos.
Fotografía de www.3djuegos.com.
Dejando a un lado todo el debate sobre si este dinosaurio fue depredador o carroñero, el Tyrannosaurus rex tuvo unas adaptaciones que permitieron a este dinosaurio tener una de las mordidas más fuertes de la historia animal. La parte superior de su boca era dura y huesuda para proteger el cráneo a la hora de aplicar la mordida. Unos huesos muy gruesos en el medio del hocico sobrellevaban el impacto. Las mandíbulas de algunos dinosauimagrios depredadores tenían huesos separados y eran flexibles. Pero las de nuestro dinosaurio eran diferentes; los huesos estaban fusionados, lo que los hacía muy rígidos pero le permitían tener un mordisco mayor. Los músculos del cuello eran enormes y ayudaban a mejorar la mordida, pero también para coger a la presa y transportarla a algún otro lugar utilizando solo la mandíbula.
El sólido, compacto y fuerte cráneo de Tyrannosaurus rex.
Según las estimaciones, los cinco dinosaurios con el mordisco más fuertes son todos tiranosáuridos, lo que explica la teoría de que los brazos tan pequeños en este tipo de dinosaurios se deben a que dejaron de usarse debido a la evolución de su mandíbula.
El Tyrannosaurus rex es uno de los dinosaurios del que se ha hablado más en este blog debido a un mes que me dediqué completamente a hacer entradas sobre él (click aquí). Fue un dinosaurio que vivió en el Maastrichtiano del Cretácico en Norteamérica. Midió 12 metros de longitud y pesó 6 toneladas.
Excelente información sobre este magnifico dinosaurio
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